Cada vez es más frecuente que sufras una suplantación de identidad puesto que hay más usuarios conectados en la red y los documentos oficiales suelen hacerse por vía telemática. Ocurre más frecuentemente de lo que muchos pueden llegar a pensar, según varios estudios realizados han robado por este método millones y millones de euros. Lamentablemente esta práctica no solo se usa para obtener dinero sino que también para acosar a otra persona, difundir mensajes por internet utilizando tu nombre, comprar productos ilegales en la red oscura o, simplemente obtener tu información para vendérsela al mejor postor. De hecho, es en los rincones más oscuros de la red -la llamada «darknet», por su nombre en inglés- y en los foros ocultos donde muchos ciberdelincuentes hacen fortunas vendiendo identidades de otras personas.

Existe pues, un mercado virtual donde se venden y se compran todo tipo de datos personales y se intercambian consejos sobre cómo actuar con ellos. Entre esas identificaciones, hay pasaportes, tarjetas de identidad, direcciones de email, contraseñas y, por supuesto, claves bancarias: se pueden comprar tarjetas de crédito con la fecha de nacimiento de su usuario por apenas unos US$6.

Pago de deudas

Normalmente, estamos tan absortos en nuestras cosas que para colmo no nos damos cuenta de que hemos sido víctimas por suplantación de identidad hasta que este daño ya está hecho. La gran mayoría se produce por documentos oficiales (el 49,2% de los casos), el siguiente tarjetas de crédito (15,8%), por teléfonos móviles (9,9%), fraude bancario (5,9%), datos personales (3,7%) y, prestaciones (3,5%, datos reflejados en el Organismo de prevención de fraudes cibernéticos de Reino Unido. Las maneras más comunes de darse cuenta son:

  • Cuando las agencias de cobro te llaman para reclamarte el pago de deudas vencidas que no reconoces como tuyas.
  • Cuando solicitas una hipoteca o un préstamo para adquirir un coche y te lo rechazan debido a que tu historial de crédito no es bueno.
  • Cuando recibes algo por correo acerca de un apartamento que nunca alquilaste, o de una casa que nunca compraste o de un trabajo que nunca tuviste.
  • Cuando pierdes oportunidades laborales debido a que tu historial de crédito no es favorable.
  • Cuando desaparece dinero de tu cuenta y no sabes cómo ha podido suceder.
  • Cuando por redes sociales ves fotos tuyas en perfiles que no conoces y datos sobre tu vida privada.

Si sufres un robo de identidad, lo más factible, según la OSI es que sigas los siguientes pasos:

  1. Toma evidencias de la suplantación de Identidad:
  • Guarda los mensajes de texto, archivos o emails que recibas.
  • Haz capturas de pantalla.
  • Revisa todas tus redes sociales, de una en una y minuciosamente.
  • Avisa a tus contactos sobre el perfil falso, déjalo bien marcado y escrito.
  1. Repórtalo o notifícalo dentro de la aplicación (si fue a través de una red social, ya sea Facebook, Twitter, Instagram o cualquier otra): Si la usurpación se produjo a través de una red social, tendrás que ponerte en contacto con los administradores de dicha comunidad para que retiren la cuenta, bien catalogándola como suplantación de Identidad o como Spam.
  2. Denúncialo y dilo a las autoridades: Cuanto antes lo hagas mucho mejor porque mientras más tiempo estén tus datos en las manos de un tercero más posibilidades tienes de que sigan delinquiendo con ellos y haciendo más grande la pelota con acciones ilegales. Puedes denunciar directamente en el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil (GDT) que la encuentras en cualquier comisaría.
  3. Revise sus informes crediticios: Una vez que ya haya realizado la denuncia, acuérdese de estar en alerta con el fraude y solicitar a su banco y a todas las agencias que le envíen copia gratuita de sus movimientos. Si descubres errores cuando recibas dicha información solicita que los corrijan.

Así pues, la suplantación de Identidad es un delito muy grave y está penado. Si no las conoces lo puedes revisar en otros textos porque, existe la Ley de Protección de Datos y en ellos explicamos cómo debes tratar todos tus datos personales en Internet, la red no es juego, hay que ser muy conscientes de donde utilizamos nuestra documentación porque cualquier descuido nos puede meter en un gran lío, toda precaución y seguridad siempre es poca.